Cuaderno de Viajes

sábado, 7 de enero de 2012

On 8:13 by ernest in     No comments


Estamos en Hanoi, la capital, y sigue haciendo frio. La lluvia no cesa, aunque es muy fina, te va calando si estas andando horas por las calles como nosotros.
Después de dejar los trastos en el Hotel Venus, nos fuimos andando a descubrir la ciudad. El Lago fue lo primero que visitamos, es el centro de la ciudad y tiene un templo pequeñito al que se accede por un puente muy mono.


Después seguimos callejeando por el casco antiguo, lleno de tiendecitas y pequeños “restaurantes”. Muy bonito, pero como estábamos un poco hartos de tanta lluvia, paramos a comprarnos un par de chaquetones impermeables marca “North Face”, en una tienda que estaba llena de turistas. Por el recio, estamos seguros que son copias, pero claro, ¿qué se considera original y qué no?. Desde luego estaban etiquetadas correctamente. En casa tenemos mucha ropa de marca que esta fabricada en China, Indonesia o también Vietnam.
El precio era interesante, y lo que me gusto es que no había que regatear. Hacian un 5% de descuento en el precio de la etiqueta a todo el mundo. La calidad parece que es buena, similar a la de los chaquetones de 300 euros que he visto yo iguales en tiendas en Barcelona. Ya los iremos probando…
Estuvimos visitando una pequeña pagoda, que es la mas antigua de la ciudad. También visitamos la catedral, que por horario estaba cerrada, vaya chasco, volveremos mañana.

Nos acercamos también al mercado, fue curioso, aunque no más bonito que otros que hemos visto, y después nos acercamos al teatro de las marionetas de agua. Había cola, y solo quedaban entradas para la última sesión, así que reservamos para la tarde del día siguiente.
A la mañana siguiente seguimos visitando esta ciudad, que nos gusta bastante. Lo primero fue visitar el Templo de la literatura, la universidad más antigua del país, que data del siglo XIII, está muy cuidada llena de flores y en su interior todo es de madera. A Blanca le gustó mucho, de lo más bonito de Hanoi.



Andamos luego un buen rato hasta llegar al Museo y Mausoleo de Ho-Chi-Minh, el héroe nacional y reunificador de Vietnam, que está en todas partes (sellos de correos, billetes, monedas, carteles…) Lo han hecho santo en contra de su voluntad, y han embalsamado su cuerpo para el culto de las generaciones venideras, cuando él quería que se le incinerase.
Ambos edificios son los típicos que se construían en la época comunista, aunque hay que decir que la decoración y distribución del museo está muy conseguida.

La última visita del día fue la que realizamos al teatro para ver las marionetas del agua. Este tipo de marioneta solo se da en Vietnam y nació en los campos de arroz. Son piezas cortas acompañadas de música tradicional en las que se representan leyendas e historias tanto tradicionales como cotidianas.

Como detalle anecdótico comentaros que estuvimos comiendo en un restaurante llamado KOTA. Es una especie de organización sin ánimo de lucro que se dedica a ayudar a niños de la calle. De hecho cada año recogen a unos 30 chicos de entre 16 y 22 años y los forma en diferentes ámbitos relacionados con la restauración. Realmente los precios del restaurante no eran baratos pero nos pareció una buena idea contribuir al proyecto, y además los platos eran súper originales y estaban buenísimos.

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