Parque Nacional de Bako

Una de las principales razones para visitar Borneo es su naturaleza, y muy cerca de Kuching está el parque nacional de Bako, que sabiamos que merece la pena, por las referencias de la lonely y tambien por los comentarios de nuestros amigos viajeros de Barcelona que estiuvieron aqui hace unos años.

El parque está muy bien conservado, no hay carreteras que lleguen hasta él, hay que coger un autobús hasta el puerto (1 hr) y luego tomar una barca que en 20-30 minutos te lleva a la playa donde esta el centro de información y los albergues.



Estás obligado a reservar plaza con antelación si quieres pernoctar allí (hay mucha gente que lo visita en un solo dia). Nosotros decidimos reservar dos noches, y convinimos con nuestro hotel en Kuching que nos guardasen una de las dos mochilas con la ropa que no ibamos a necesitar esos dias, para no acarrear con todo el peso.

Se llega al parque viendo la costa y la playa principal, el bote nos dejó en un muelle comunicado por unas pasarelas de madera que evitan que tengas que pisar el barro, todo muy bonito.

Despues de los tramites para coger habitación nos decidimos a caminar un poco, y cual fue nuestra sorpresa cuando vimos a un puerco barbudo al lado de la cafeteria, a la vista de todos, este fue el primero que vimos, aunque habia muchos mas.


Y luego mas tarde vimos monos narigudos (Proboscidios), es gracioso verlos moverse en manadas de unos veinte ejemplares de arbol en arbol. No son nada silenciosos, y viajan muy arriba en las copas de los árboles. Se dejan retratar facilmente porque se sienten seguros en las alturas, aunque con tanta rama nos costó sacarles una foto buena.


Esa tarde nos dió tiempo a subir a un mirador cercano, en media hora se llega, y como todo es subida, nos dió una idea de lo que se sufre aquí al caminar con esta calor y humedad, aunque queda compensado con la belleza del lugar.


Aqui veis a Blanca cuando todavia no sabe lo que le espera, je,je,je, las pasarelas iniciales presagiaban un camino planito, nada mas lejos de la realidad...
El mirador tampoco era nada del otro mundo, la vegetación del parque es muy frondosa, y no hay mucha zona despejada, la vista esta bastante limitada por los árboles cercanos. Lo mas bonito es caminar por la selva.

Al volver empezó a llover, menos mal que llegamos a tiempo a la cafeteria, porque ya no paró hasta bien entrada la madrugada. Nos han dicho varias veces varias personas que en Borneo estamos en la estación seca, pero no lo veo nada claro, porqque nos ha llovido todos los dias al menos un rato, a veces mucho...

Una de las cosas mas buenas que tiene este parque es que puedes ir por tu cuenta a todos lados, en recepcion te dan un mapa con todos los itinerarios y horarios aproximados a pie. Los caminos están muy vien marcados con distitntos colores, y en cada cruce de caminos te encuentras con el mapa del parque con su indicación de "yu are iri" (o "tu estas aquí", je,je,je, vamos, que es imposible perderse en plena selva salvaje de Borneo.
Los caminos son muy claros y a poco que te alejes estas solo, o con muy poca gente. También es posible visitar las playas pagando un bote para que te lleve, pero esa no es la opción que nos gusta a nosotros.

Aprovechamos el dia siguiente para ir a visitar una playa a 2,5 horas de ida, pasando por unas cascadas muy publicitadas, pero que fueron una decepción (ni foto les hicimos). Más bien serian unos rápidos en el rio, bonitos, sí, pero como tantos otros.

La primera playa a la que llegamos, tampoco fue muy bonita, pero la teniamos toooooda para nosotros. El agua estaba turbia, y a Blanca no le apetecia bañarse, así que me dí un chapuzón yo solito para quitarme el sudor.


Y al volver paramos en otra de las playas del parque, esta sí que nos gustó mas, amplia, tranquila, con mucha arena y muy pocos turistas,,, una delicia en medio de la selva...


Bueno, despues de la visita a la playa, volvimos al centro de visitantes para registrar nuestra vuelta. Por seguridad, te piden que te registres a cada excursión que hagas, por si te pierdes. Nosotros olamente nos apuntamos en esta excursión, que fue la mas larga.

Pasamos el resto de la tarde en la zona de la cafeteria y en la habitación, porque a eso de las cuatro de la tarde empezo a caer el diluvio universal,,, que manera de llover!,,, no paró hasta las 5 de la madrugada!!, no me extraña que no les falte agua aqui...



CONTINUO...

Y después de tanta caminata, apetecia tomarse una ducha y una siesta. Como Blanca es menos siestera que yo, se acercó a cafeteria a tomarse algo mientras veia la puesta de sol y los monos en los árboles. Y ya os aseguro que los vió,,, y bien de cerca!. Resulta que un mono traicionero se le acercó por la espalda y le birló de un zarpazo las patatas pringles que habia comprado!!, y de poco que no le quita la gorra!, vaya susto se dio!.

Esta fue la anecdota de la excursión, tampoco nada del otro mundo, y todo se arregló comprando otro paquete de patatas y ya está...

En resumen, nos fuimos de Bako muy contentos, nos pareció un lugar encantador, economico y muy facil de visitar. Lo recomendamos sin dudar a quien se acerque por aquí. Está muy bien, incluso para pasar mas dias descubirendo el parque, uno no se aburre caminando por la selva y descubriendo lugares insospechados.

                                    

 Muy Bonito