Cuaderno de Viajes

domingo, 13 de noviembre de 2011

On 2:46 by ernest in     No comments
La excursión al Volcán Rinjani es uno de los puntos de interés de Lombok. Blanca prefirió quedarse en el Hotel de Senggigi ya que nos habían dicho que la ascensión era muy dura. Yo me apunté a la opción de 3 días y dos noches (la más habitual).
Éramos un grupo de cinco turistas, ninguno hablaba español, así que hablábamos más bien poco en mi rustico inglés, aunque los suficiente para darnos risas a lo largo de la excursión.
Al esfuerzo de la caminata hay que añadirle el calor y la humedad reinantes, es imprescindible estar en forma para poder subir, hay mucho desnivel, y los indonesios, trazan los caminos por la vía directa, ni en las cuestas más empinadas hacen serpentear el camino, es realmente duro.
Sudando la camiseta
En mi caso, tenía el inconveniente que me empezaban a molestar los síntomas de una otitis que hacia acto de presencia, consecuencia del snorkel, concretamente de la última inmersión en Sengiggi, allí el mar estaba muy sucio y la visibilidad era mala y creo que algúna bacteria mala pillé ahí...
O sera que uno ya tiene una edad, o que últimamente no voy al gimnasio, o que me encontraba mal, por la otitis que a día de hoy me sigue molestando, aunque ya menos (los antibióticos que Blanca lleva en su botiquín están funcionando). El caso es que llegué muy justito de fuerzas al primer campamento, a 2.630 metros de altitud, no tenía ni hambre, entre en la tienda de campaña y me puse a dormir sin siquiera cenar, hasta las dos de la mañana, hora en que nos despertaron para subir al pico del Rinjani. Aunque me encontraba un poco recuperado, no lo estaba suficiente como para mantener el ritmo necesario para llegar a la cima. Cada uno iba a su ritmo, sólo hay un camino y el guía hacía de escoba, de tal modo que tenías la impresión de hacer una ascensión en solitario, cada uno a su ritmo (y yo no era el último, ojo). Recuerdo el tramo que hice a solas por la cornisa del volcán con el lago al fondo, bañado por la luz de la luna, como una de mis experiencias en la naturaleza más bonitas.
el lago bañado a la luz de la luna...


bajando al lago y las aguas termales
Más adelante me ví obligado a renunciar a subir a lo alto, principalmente porque el sol no espera a nadie, y el amanecer estaba llegando, así que sin hacerme mala sangre, empecé el retorno, y pude hacer algunas fotillos ahora ya con más luz.
Unas horas más tarde, con todo el grupo abajo, desayunamos y desmontamos el campamento para bajar al lago a bañarnos en unas aguas calientes, y volvimos a remontar el cráter por el otro lado (madre mía, que subida!). Montamos el campamento de nuevo, y al día siguiente tocó hacer otras 7 horas de bajada intensa que me dejaron de recuerdo unas molestas agujetas en las piernas que todavía me duelen..





En fin, que a veces hay que sufrir para ver cosas, me llevo un gran recuerdo de la ascensión al Rinjani, ha sido duro, y no lo volvería a hacer ni harto de vino, pero el recuerdo que me llevo ha valido la pena y me ha gustado mucho.
el cono humeante en el centro del Rinjani
Bueno, ahora ya por fin junto a Blanca, vamos a ponernos a buscar la mejor manera de llegar a Flores y Komodo. La pena es que el barco que hace esa ruta con Perama tours tiene salidas semanales y hoy es el día de salida desde Lombok y no hay billetes, como no queremos esperar otra semana ya veremos que hacemos.
En fin, inconvenientes de los viajes, ya os iremos contando.

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