Cuaderno de Viajes

jueves, 15 de octubre de 2015

On 16:14 by blanca in     2 comments
Después de haber pasado unas cuantas horas más en tren y de haber despertado nuevamente la curiosidad de nuestros compañeros indios durante el trayecto, llegmos a la pequeña ciudad de Badami. La estación dista unos cinco kilometros del centro del pueblo, que como la mayoria de los que hay por aqui, constan de unas cuantas calles a medio asfaltar y llenas de boñigas de vaca y de otros muchos desperdicios. Como teniamos poco tiempo, ya que al dia siguiente nos queriamos ir pronto, contratamos un coche con conductor para que nos llevara a ver las ruinas que estaban más alejadas. El precio, unas 2000 rupias, osea unos 26 euros es elevado para los estandares de la India, pero la verdad es que valio la pena, ya que nos permitio demorarnos mucho más en cada una de las paradas.
La primera de ellas, la hicimos en las ruinas de PATTADAKAL, que dista unos treinta kilometros de Badami, y que fueron construidas entre los siglos VII y VIII.
                                                                   

Las ruinas más importantes se encuentran en un recinto en el que hay que pagar entrada, en concreto 250 rupias persona, que son unos tres euros si eres extranjero, porque si eres indio pagando 10 rupias vas que te estrellas. Esto es algo habitual en todo el pais, tanto en las entradas, como cuando vas a comprar agua, coca-cola u otras cosas. Hay un doble precio, segun seas nacional o extranjeros.... asi que mejor no ponerse de mal humor cada vez que veas que te cobran de mas.
                                         
                                           
                                           
Otra costumbre muy india y que os encontrareis si vais a sitios de este tipo, es a grupos de niños, que al principio parecen angelitos y que acaban convirtiendose en verdaderos demonios pedigüeños. En esta foto podeis ver a algunos de ellos, que empiezan pidiento un boligrafo y acaban intentandote sacar los ojos (entiendase pidiendote dinero contante y sonante).
                                          

                                           
A continuación nos dirigimos hacia AIHOLE, otras ruinas importantes que contribuyeron al desarrollo de toda la arquitectura religiosa del sur de la India. Fue la capital regional de los Chalukya entre los siglos IV y VI  y cuenta con almenos cien templos, aunque muchos estan en ruinas y engullidos por la ciudad.
El templo principal es el de Durga, construido en el siglo VI y que se caracteriza por su abside semicircular.
                                                              
                                           
                                           
                                           
Cuando terminamos de ver esta parte, nos dirigimos hacia el pueblo propiamente dicho, y efectivamente pudimos ver como habia restos de templos desperdigados entre las casas del pueblo, los corrales, las cabras y las vacas. Realmente nos parecio muy curioso, pero también creemos que es una lastima que esten tan descuidados. Eso si, aqui no cobraban entrada.
                                                             
                                           
                                           
La última parada la hicimos en Badami mismo y en concreto en unas cuevas que hay y que se remontan también a hace un montón de siglos. Son cuatro cuevas excavadas en la montaña de forma bastante continuada  y  que a nosotros salvando un poco las distancias nos recordaron a las famosas cuevas de Ellora, cerca de Mumbai y que visitamos hace tres años.
Estas de Badami son bastante más pequeñas pero nos gustaron mucho.
                                             
                                           
                                           
En todas habia alguna que otra estatua de alguna divinidad de nombre impronunciable y también relieves muy interesantes. Desde la cueva numero cuatro hay también unas vistas muy bonitas sobre un lago y sobre otro templo.
                                          
                                           
                                           
Y para terminar el dia, que mejor forma de hacerlo que sirviendo de modelos para varias familias hindus que estaban de vacaciones y nos lo pidieron. Aqui os dejo una foto.
                                          
Al dia siguiente nos toco madrugon, coger el tren por los pelos... y viajar sin billete. Lo que tiene que hacer una para llegar a su próxima etapa: Hampi.






2 comentarios :

  1. Això dels nens és curiós... L'any abans d'anar a la Índia nosaltres vam estar al Senegal, i els nens eren súper agraïts: els hi donaves qualsevol cosa (un globus, un llapis, una galeta... el que fos) i et recompensaven amb un somriure d'orella a orella (i si podien, ho compartien amb altres nens).

    A la Índia és tot el contrari: si els hi dones la mà, t'exigeixen tot el braç! Els dónes un boli, i et demanen la llibreta, els dónes la llibreta, i et miren amb cara de pomes agres si no els dónes també unes rúpies...

    Però aquestes experiències són les que més et queden després del viatge, les que t'ensenyen sobre la naturalesa humana i com les diferents cultures ens influeixen ja de ben petits...

    Ala, després de la filosofada, disfruteu!

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  2. Si tot el que dius es cert. Nosaltres tambe recordem que en altres llocs aixo no pasa. Aqui sembla que ho aprenguin de ben petits a l escola o casa.... Res a veure quan podeu tornar per aqui

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