Ubud

Hoy ha sido el dia en que hemos dormido mejor, la temperatura en Ubud es un poco mas fresca y por la noche  es más fácil dormir, así que después del desayuno nos hemos ido a realizar las visitas con la moto.

La primera parada ha sido en Goa gajah , o la cueva de los elefantes: a 1 km del Guest house (un paseo). Es un lugar pequeño pero encantador, una pequeña cueva con nichos sagrados en su interior, con una bella entrada en la roca esculpida, dos piscinas cuadradas que recuerdan bastante a los gaths de la India.

Después hemos seguido hacia Tampaksirrim,  a 18 km,  se trata de unos santuarios excavados en la roca de un valle angosto por cuyo fondo discurre el rio, entre arrozales  y vegetación selvática.  Es una visita corta, hay tres grupos de santuarios,y un  camino que sube hasta un pequeño mirador, pero todo está muy próximo, y aún parando, no tardamos mas de 40 minutos en hacer la visita.

Besahit, o el templo mas grande de todo Bali, esta a unos 20 kms mas lejos, por carreteras poco indicadas y con mapas confusos. Llegamos con las espaldas un poco “perjudicadas” por los baches de las angostas carreteras Balinesas (Blanca se llevo la peor parte al llevar ir detrás y cargar con la mochila). Comimos allí mientras llovia (llegamos justo a tiempo) y después empezamos a andar por la cuesta deshaciéndonos de guias e improvisados taxistas de motos. Ya nos advertia la guía que es el sitio de Bali al que acosan más al turista, con diferencia… La excusa que tienen es que se trata de un templo activo, en el que se hacen ceremonias diariamente y que no se puede entrer si no es acompañado de un guía local que te muestre las cosas,,, después de haber rechazado varios guias, cogimos uno que hablaba italiano y chapurreaba español.

Al final fue simpático y la visita mereció la pena, lástima que el volcán Agur, sobre el que esta edificado el templo, no se veía por las niebla, aunque ésta misma niebla le dio un encanto especial a la visita, desde luego ha sido el templo mas bonito que hemos visitado hasta la fecha.

Y ya en el pueblo, en el restaurante  el que cenamos coincidimos con kiku, un chico de Mataró que ya esta acabando sus vacaciones y se esta planteando seriamente venir a vivir por aquí.

…Y esto es todo por hoy… cuando podamos os seguimos contando.