Amristar y el templo dorado

Hemos cogido un ricksow por 50 rupias y nos hemos ido hacia el casco antiguo de la ciudad y el Templo Dorado, que era el motivo principal de nuestra visita aquí.

La entrada al templo es gratuita, lo mismo que dejar el calzado en las taquillas o el préstamo de pañuelos para cubrirse la cabeza. Ernest estaba monísimo con el pañuelo y hay que destacar que en este templo tanto hombres como mujeres deben ir con la cabeza cubierta.

El templo de oro es el más grande y representativo de los sij, y es de obligatoria peregrinación al menos una vez en la vida para todo creyente. Como su nombre indica la cúpula esta hecha de 750 kilos de oro autentico y de 5 cm de espesor. Toda una fortuna!!

Es un lugar sagrado de culto para ellos pero siguiendo las directrices del sijismo esta abierto a todos los creyentes sea cual sea su religión. Nos ha gustado muchísimo todo el complejo, que por cierto es bastante grande, y también nos ha llamado mucho la atención lo bien organizado que lo tienen todo.

Hay cientos de voluntarios que cada dia se dedican a fregar los suelos, fregar las bandejas metálicas de comida e incluso reparar las construcciones del templo. En este sentido comentaros que están preparados para atender y dar de comer a 85.000 personas al dia. Es muy curioso porque coges una bandeja y unos cubiertos, te sientas en el suelo en una de las varias estancias que tienen destinadas a este fin, y unos voluntarios van repartiendo la comida y el pan con unos cubos metálicos. Ernest ni corto ni perezezo ha cogido una bandeja y como ya parece medio hindu se ha puesto a comer. Yo también me he atrevido a probarla y la verdad es que menos el pan que estaba un poco soso, todo lo demás estaba bueno. Cuando terminas de comer llevas la bandeja a otra fila y mientras unos lavan los cubiertos otros se encargan de lavar las bandejas.

Hemos estado todavía un buen rato viendo a todos los peregrinos y dando diversas vueltas por el recinto, y finalmente hemos entrado en el templo propiamente dicho, donde por cierto no se pueden hacer fotos.

El ambiente que había juntamente con la música que era en directo nos ha gustado mucho y hemos considerado que ha valido la pena venir hasta aquí para ver esto.

Más tarde nos hemos ido a dar una vuelta por el bazar y después hemos ido a visitar el templo de Mata.

Este templo esta edificado en honor a una santa que tiene el poder  de dejar embarazada a la gente que va a orarle. Yo por si acaso no lo he hecho. El edificio es un poco ridículo y de mal gusto, aunque tienes que hacer un intinerario con cuevas, agua y pasadizos que son divertidos.

Realmente el santuario es bastante kitch. Y si no juzgad vosotros mismos.

Por la tarde nos hemos ido a la frontera con Paquistan, estábamos a 20 kilometros de Lahore, para ver el famoso espectáculo del cierre de fronteras. India y Paquistan no tienen precisamente muy buenas relaciones y de hecho han tenido más de un conflicto armado, pero parece que en esta frontera han decidio limar asperezas y han montado un show tan genial que ha sido necesario montar gradas para el público tanto en el lado indio como en el paquistani.

El show consiste en una pomposa ceremonia en la que los guardias vestidos con uniforme de gala arrian las respectivas banderas y cierran las dos verjas que comunican los dos países. Todo ello en medio de un clamor popular y de una guerra patriótica entre los dos bandos que es coreado por todo el público. Nos hemos reido mucho viendo lo serio que se lo toma la gente y esque de verdad que ver todo este clamor patriótico no tiene desperdicio.

Más tarde hemos decidido volver al templo de oro para verlo de noche y se veía realmente precioso y con mucha menos gente que durante el dia y hemos terminado yéndonos a comer a un restaurante popular, dónde Ernest se ha zampado un tali enorme y yo una cazoleta de patatas típicas de aquí que estaban de muerte. En definitiva que nos vamos con un muy buen recuerdo de Amristar.