Cuevas de Dambulla, y regresamos a Kandy

Hoy hemos descansado la mar de bien. El hotel Eden Garden ha sido de momento el mejor de sri Lanka. El desayuno buffet ha sido estupendo, y nos ha ido muy bien su conexión wi-fi para actualizar el blog. Es un hotel muy bien situado en el cruce de la carretera de Sigiriya con la carretera de Kandy, a sólo 1oo metros de la parada de autobús. Nos ha venido muy bien.

Bueno, pues hoy preveemos un dia tranquilo, porque únicamente tenemos previsto visitar las cuevas de Dambulla, que están a sólo 10 kilometros. Nos han hablado muy bien de ellas, y se visitan en dos horas, así que nuestra intención es buscar un hotel, dejar las maletas, hacer la visita y pasar la tarde tranquilamente en el pueblo.

Nada más salir del hotel nos pregunta un conductor de tuk-tuk si queremos subir, le decimos que no, que vamos en autobús mejor, pero nos hace buen precio para ir a las cuevas y al final decidimos ir con el y ahorrarnos la espera en la parada del autobús con las mochilotas a cuestas.

Yendo para Dambulla nos empieza a preguntar lo típico, que de donde somos y a donde vamos, y nos ofrece llevarnos en tuk-tuk hasta Kandy, porque en Dambulla no hay mucho que hacer, y que “solo” nos costaría 3.500 lkr (unos 21 euros), le decimos que no, pero eso me da la idea de preguntarle al chofer si él nos guardaría las maletas durante la visita y si luego nos dejaría en la estación de autobuses para coger el de Kandy. Se lo piensa un poco y al final nos pide 1.000 lkr por todo (unos 7 euros) y le decimos que sí, y así podremos aprovechar la tarde para continuar viaje hacia el sur de la isla.

Antes de nada, le hicimos una foto al conductor que se iba a quedar con nuestro equipaje por si las moscas, al final resultó un tipo bastante simpático. Aquí lo veis con Blanca y su vehiculo.

Y para visitar las cuevas hay que pagar, claro, 1.300 Lkr, cada uno (unos 8 euros). Esta vez es un precio algo mas razonable. Naturalmente que los locales no pagan nada de nada, solamente pagan los turistas.

En la entrada del recinto hay un buda dorado un poco” Kistch”, que forma parte de un museo. A una amiga española con la que estuvimos hablando le recordó mucho a una atracción de Disneylandia, se entiende la comparación, ¿no?

Las cuevas están en la parte alta de la colina rocosa que está detrás del museo budista, hay que subir bastantes escalones para llegar a ellas, y como es un recinto sagrado, hay que descalzarse y dejar los zapatos en el chiringo habilitado para ello. Aquí los extranjeros pagan 25 rupias por par, y los locales pagan… ¿lo adivináis?... pues si!, nada de nada, Blanca ya empezaba a sulfurarse por todo este rollo de sacarles la pasta a los turistas...

Aqui veis el precio en ingles para que sepamos que hay que pagar, je,je,je...

Menos mal que las cuevas realmente eran bonitas, aquí veis a Blanca en la explanada que da acceso a todas ellas. Las han tapiado para proteger las esculturas y pinturas de su interior, todas relativas a Buda, claro.

La verdad es que visitar las cuevas mereció la pena. Al empezar la visita nos tuvimos que esperar un poco a que abrieran (estaban cerradas para el rezo), pero luego pudimos sacar unas fotos muy buenas. Acabamos bastante rápido (realmente con una hora es posible hacer la visita) y salimos contentos del recinto, al llegar abajo nuestro taxista nos recogio y nos dejó en la parada de bus para Kandy sin ningún problema.

El viaje en autobús duró unas dos horas y media, y como ya conocemos Kandy, decidimos alojarnos cerca de la estación de autobuses para al dia siguiente seguir hacia el sur.

En el Hotel Mushlim, donde queriamos pernoctar nos dijeron que estaban llenos, pero nos recomendaron otro hotel cercano, que estaba bien, y tambien muy cerca de la estación de los autobuses. Este fue el hotel mas barato en que hemos estado en éste pais, nos costó el equivalente a 10 euros.

Realmente no hicimos nada mas en Kandy, solo descansar un poco antes de la cena, y a dormir.

Ya seguiremos...